Tras recibir noticias de la posible entrada de una escuadra de embarcaciones francesas al Mar del Sur, la Junta de Real Hacienda de Chile toma resolución sobre dos asuntos relativos a la defensa. Primero, decide continuar la exoneración que disfrutan los líderes militares del impuesto conocido como la media anata. Segundo, decide financiar la adquisición de municiones con dinero recaudado por el impuesto portuario el almojarifazgo, que estaban destinados en un principio a la construcción de las fortificaciones de Valparaíso.